domingo, 5 de julio de 2015

Tipo de piel ¿Cual es la mía...?



¡Buenos y calurosos días!

Debéis entender mi entusiasmo estival, en Andorra, la “idea” de verano consiste en ponerte el forro polar hasta las doce, camiseta hasta las tres, chubasquero hasta ocho y vuelta al forro polar… Con esta olita de calor, podemos creer que el verano existe!
Freno mi entusiasmo estival para contaros una cosita que vamos a hacer todas este veranito para poder afrontar el mes de septiembre con una valiosísima información que nos ayudará a ponernos de lo más guapérrimas.

Abrid bien esos ojazos:

Hace aproximadamente 100 añitos de nada, Helena Rubinstein (sí, la misma) fue a primera en clasificar los distintos tipos de piel. Supongo que Helen debía organizarse para la fabricación de sus productos y quiso dar un pasito más allá de la crema hidratante universal, especializando la cosmética y siendo un poquito más meticulosa (mujer tenía que ser…) Helena estableció en ese momento cuatro tipos distintos de piel:
SECA, GRASA, COMBINADA Y SENSIBLE
Pasado un siglo, la cosmética ha avanzado una barbaridad y los productos que se ofertan están dirigidos a un amplísimo abanico de tipologías dérmicas (aquí estáis flipando con mi dominio del argot cosmético…) Cualquiera de nosotras, pobres mortales, que ose penetrar en el universo de una perfumería de tamaño medio, puede sufrir un ataque de epilepsia con un solo vistazo a las estanterías. Yo misma he llegado a experimentar auténticos agobiazos a la hora de elegir una crema hidratante. Esto nos lleva a la clasificación Baumann, otra señora muy apañada que ha ampliado la antigua clasificación de los 4 tipos de piel a 16 tipos combinando los siguientes parámetros:

Piel grasa / piel seca
Piel sensible / piel resistente
Piel pigmentada / Piel no pigmentada
Piel tersa / piel con arrugas

Como veis, hay mucha tela que cortar y lo ideal sería acudir a un dermatólogo para que hiciera una valoración exacta de tu tipo de piel pero, si sois como yo, que no voy al oculista hasta que abrazo una farola, podéis hacer este test que he “tuneado” y dividido en cuatro para que no os dé una pereza estival tremenda contestar a 64 preguntas así, sin anestesia.
Es importante hacerlo bien, es un test bastante minucioso, por lo que algunas preguntas puede que debáis planteároslas, incluso hacer una pruebita, por ejemplo:
“Después de lavarte el rostro, si no aplicas crema hidratante, protector solar, tónico, polvo, u otro producto; al pasar dos o tres horas, tu frente y tus mejillas se ven / las notas”
Os aconsejaría que, en las preguntas que no tengáis muy claras, hicierais la prueba para contestar lo más fielmente posible porque, ya que os tomáis la molestia, lo mejor sería que el resultado fuera de lo más exacto. 

Click aquí y podéis descargar la primera parte del test que consta de 11 preguntas y os permitirá posicionaros entre piel SECA o GRASA.
Llegados a este punto, puedo adelantaros que, en septiembre y después de los estragos que el exceso de sol y las altas temperaturas causan en la piel, vamos a preparar (¡¡¡¡¡TACHAN!!!!!) una rutina de belleza post-veraniega de lo más natural y accesible. Será muy útil saber exactamente qué tipo de piel tenéis para saber qué productos y tratamientos son los más adecuados. Vaya por delante que todo lo vais a poder preparar en casa y os vais a gastar nada y menos en ingredientes (así que vía libre para inflarse a cañas y tapeo) 

¡Agarrad el boli y a testearos la piel ahora mismito!


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