¡¡¡¡Hola jabonureras!!!!
Después de ocho días de Fería de Navidad, aquí me encuentro
para haceros un relato pormenorizado, o como diríamos en català: fer-vos cinc
cèntims, de nuestras peripecias mercantiles.
Resulta que durante este periplo de ocho jornadas, hemos
descubierto un montón de cositas sobre nuestros productos y sobre los
entresijos del mercadeo, vamos, que si me dejan un par de días más, acabo hallando
un protocolo para revertir el cambio climático.
En esto de las ferias es muy importante la ubicación. Ya sé
que es algo que parece muy evidente pero, creedme, si el evento se celebra en
una latitud más próxima al Polo Norte que al Ecuador (al menos en lo que a
temperatura se refiere) más que importante, la elección de las coordenadas de
tu paradeta es cuestión de vida o muerte. Poniéndome práctica, puedo pensar que
si pierdo los dedos de los pies por congelación, quizá me quepan aquellos
preciosos zapatos que compré en un arrebato menstrual dos números más pequeños
porque me parecieron, simplemente, diviiiiinos; pero, siendo realistas, creo
que los dedos de los pies son necesarios para mantenerse erguido y no irte de
boca a la que intentas dar dos pasos. Descartando las ventajas de la
congelación porque creo que no tiene ninguna, o al menos ninguna que se me
ocurra ahora mismo, elijamos bien el lugar donde vamos a plantar el trasero
durante horas.
También es importante saber qué tipo de parada vamos a
montar, con qué elementos de reclamo contamos, con qué elementos vamos a
informar a nuestros compradores potenciales de lo que hacemos y cómo lo hacemos
y dónde vamos a colocar esos elementos.
¿A que no parece fácil?
Pues porque no lo es…
Como ya habréis adivinado porque seis mu listas vosotras,
nos pelamos de frío y descubrí que nos faltaba información visual de los
productos. Pero teniendo en cuenta que nadie nace enseñado, no lo hicimos tan
mal y aquí os dejo las pruebas:
¡¡¡¡Quién dijo que la gula es pecado!!!! |
El éxito del evento, ¡nos quedamos sin cajas-regalos antes de terminar la feria! |
También un "unisex" para disfrutar en parejita |
También descubrimos cositas sobre nuestros clientes: gustos,
preferencias, expectativas,... Y fue muy satisfactorio comprobar que existe
gente realmente interesada en lo que haces, ¡incluso niños chiflados por el
jabón!
Las Marys podemos decir que la feria ha sido un éxito de
experiencia, de rencuentros y de risas, sobre todo de risas. Compartimos
espacio con gente estupenda y la organización estuvo muy atenta en todo momento
a nuestras necesidades. Queremos dar las gracias a todo el que estuvo implicado,
de un modo u otro, en que lo pasáramos tan bien. Y a vosotros que nos leéis,
desearos unas fiestas inmejorables, mucha paz, y mucho jabón para lavar aquello
que no nos gusta y un 2016 lleno de promesas y de ilusión.