viernes, 29 de mayo de 2015

Aceite de árbol de té y otros milagros


¡Hola Jaboneras!
Hoy os quiero hablar del último milagro obrado en mi humilde hogar:

Resulta que, además de ser lista, simpática y resultona, tengo el virus del herpes simple (pero simple solo el herpes, eh?)

Las que estéis en mi misma situación, sabréis cuan molesto a la par que asquerosito es que te salga una llaguita en la boca cada vez que tus defensas se ponen en huelga. He probado todos y cada uno de los parches, cremas y demás pontingues que han querido venderme en la farmacia: Zovirax, Aciclovir, Compeed calenturas y otros parches igual de caros y menos eficaces, etc. Y esta vez me que quedado como la carita esa del Whatsupp con los ojos como platos, os cuento:

Estoy cambiando la dieta hace un par de semanas, desde el mes de diciembre no como carne ni pescado pero últimamente me he decidido a bajar de peso y cuidarme mucho, muchísimo. Supongo que a raíz de la cantidad ingente de fruta y verdura que ingiero, mi cuerpo serrano queríase revelar en la forma en que suele hacerlo para dar por saco (una calentura en tos los morros)

El viernes de la semana pasada empecé a notar esa tirantez labial que precede a la muy puñetera (sí, sí, esa que vosotras sabéis…) En esas andaba yo quejándome al estilo hija: “joooooooooooooder y ahora me va a salir una calentura… (morrito triste y puchero)” y MaryJabones madre me dice: Nena, prueba con el aceite de árbol de té, verás qué bien va. Aquí debo confesar que, la mitad de remedios que me aconseja mi sabia y sacrificada madre, pasan por un periodo de pasotismo total hasta que no me queda más remedio que probar para más tarde reconocer que sí, que lo que sea va de coña…

Esta vez debí estar iluminada o poco combativa y le dije que sí, que trajera lo que fuera, que estaba hasta las narices. La verdad es que el aceite de árbol de té huele bastante fuerte, como a madera, pero la ventaja es que no tienes que ir por ahí con un parche que se te despega a la mínima o con un pegote de crema blanca que te acabas chupando a la que te descuidas. El aceite de árbol de té es incoloro y solo hay que ir mojando la zona cada vez que te acuerdes. Yo he utilizado un bastoncillo de algodón, pero se puede usar un pincelito pequeño, teniendo la precaución de lavarlo cada vez que se usa.

Y aquí, se obró el milagro ¡Tachán!

La calentura no pasó de su primer estadio, a base de humedecerla, se fue difuminando y la tirantez fue disminuyendo. En un par de días ¡había desaparecido!

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!! (felicidad suprema)

A partir de aquí, he leído más sobre este milagroso producto obtenido a partir de la destilación de las hojas de un árbol (o arbusto) procedente de Australia y he descubierto que tiene infinitas propiedades todas ellas muy interesantes. Os diré para las que tengáis hijos y/o mascotas que es mano de santo con los piojos y las garrapatas (ahí es na…) y además un arma mortífera contra el acné.



También os advierto de que hay que tomar las precauciones lógicas, tales como: no ingerirlo, que no entre en contacto con los ojos, usarlo sólo por vía tópica, y en la mayoría de ocasiones diluido, y si entra en contacto con los ojos, lavar con abundante agua. Lo razonable, vamos…


Lo podéis encontrar en:

Jabonariumshop: 15ml a 2,86€

Granvelada: 30ml a 6,80 €

The Body Shop: 10ml a 8,50 € (además, tienen una línea cosmética basada en este aceite)

Cebanatural: 30ml a 6,95 €

Inkanat: 15ml a 8,50 €

El herbolario de la esquina y creo que incluso en Mercadona lo tienen.

Personalmente, las Marys compramos bastante en Granvelada porque tienen muchos y muy buenos productos, además el envío es rápido y eficaz y, vamos, que estamos encantadas. Pero vosotros podéis hacerlo donde os salga de la peineta.

Pero, eso sí, probadlo porque os va a alucinar. Y aquí es donde debo decir: Si mamá… cuánta razón tenías…

¡Hasta muy pronto!
Volveré con cositas muy interesantes que estamos planeando...


domingo, 17 de mayo de 2015

Jabón de caléndula



¡Buen y soleado domingo!

Hoy me gustaría hablaros de mi jabón favorito:


MaryJabones madre se aplica mucho con él porque sabe que me encanta y es el que uso normalmente para todo, incluso en ocasiones, ¡para el pelo!

Este es su INCI:

Olea Europaea Oil  
Ricinus Comunis  Oil*
Prunus dulcis oil
Cocos Nucifera Oil
Butyrospermum Parkii  *
Theobroma Cacao Butter
Coco Milk
Caléndula Extract
Aqua
Sodium Hidroxide
White Musk Fragance
* Origen Bio Ecológico

El nombre nos lo inspiran los propios jabones una vez terminados, esto es después del proceso de curación (de un mes y medio a dos meses). Entonces los probamos y decidimos si nos gustan, qué se puede mejorar, si la espuma y la suavidad es la que deseamos, si el aroma es sutil o muy intenso, las cosas que hacen que una tenga ganas de meterse en el baño y no salir, vamos. En este caso, "Flores para la fiesta" es el nombre que nos inspiró su perfume, su cremosidad y esa imagen alegre llenita de tonos de amarillo y blanco.

La caléndula (aquí vendrían sus distintas denominaciones científicas que me voy a saltar porque no creo que os interesen u os acordéis de ellas más allá del aperitivo) es el ingrediente principal de "Flores para la fiesta" y es una flor originaria del Mediterráneo y Europa meridional. 
 

La parte medicinal de la planta son las flores y se utilizan por sus propiedades para desinfectar, desinflamar y mejorar el tiempo de cicatrización de las heridas además de mejorar la circulación. En relación al cuidado de la piel, la caléndula suaviza el cutis y, su contenido en ácido salicílico la convierte en un remedio eficaz para prevenir las espinillas y el acné.
Las aplicaciones de la caléndula son infinitas y muy variadas así que, os dejo unos links que os serán muy útiles para profundizar en el tema:

 
Cada vez me doy más cuenta de que no es necesario gastar fortunones en cremas con ingredientes exóticos. Lo importante es respetar la rutina de belleza: Limpieza, hidratación, nutrición. Si, además, tienes unos mínimos (pero mínimos ¿eh? Nada de enciclopedias botánicas con patitas) conocimientos sobre plantas, se pueden conseguir maravillas. Aquí os vamos a demostrar que con muy poquito dinero y algo de maña se pueden conseguir productos extraordinarios y una piel que ¡ríete tú de las quinceañeras! 

Solo tenéis que seguirnos...


jueves, 7 de mayo de 2015

INCI y otras cosas del querer...



¿INCI…? Eso qué eh lo que eh???

Pues para eso estamos, para contároslo!
Muchas de vosotras es probable que ya lo sepáis. El mundo de la cosmética goza de muy buena salud y mayor éxito, y a veces alucino de lo bien informadas que están hoy en día las consumidoras.

Bueno, al lío:


INCI es la abreviatura de International “Nomenclature of Cosmetic Ingredients” o, lo que es lo mismo, el sistema que se utiliza mundialmente para nombrar los ingredientes cosméticos. El inglés es el idioma común para la mayoría o, en algunos casos, el latín. Así, la Vitamina E pasa a denominarse “Tocopherol” o el Aceite de girasol lo encontraremos bajo el exótico nombre de “Helianthus Annuus SEED OIL”. Al hablar de INCI, nos referimos a la etiqueta de los “Ingredientes” de los productos y debemos saber que en primer lugar siempre aparecen los que se encuentran en mayor cantidad.

Aquí os lo explico un poco:



Ya veis que no tiene más ciencia. Primero se reflejan los ingredientes que se encuentran en mayor cantidad en el producto, y en adelante se enumeran de manera decreciente.


Lo que sí es un gran hallazgo para moi es esta pagina

Aquí podéis consultar los INCI de diversas maneras:
Por producto: se introduce la marca del cosmético y la página nos da los resultados de todos  los productos de dicha marca (los que posee su base de datos). Sólo tenéis que clicar en el que os interese y aparecerá una tabla con todos los ingredientes. Además, la tabla también refleja  la función que cumple dicho ingrediente, su posibilidad de producir acné e irritación y la “seguridad” de su uso en una escala por colores.

Por ingrediente: Esta es la menos útil de las funciones para nosotras, pobres mortales (que la Química la llevamos a trancas y barrancas), por darnos –en algunos casos- incluso pesos moleculares, nombres científicos y demás sobreinformación cuando a nosotras lo que nos interesa es ¿me va a poner guapa? Fuera coñas, lo que sí veo útil, en mi caso, es que los resultados también reflejan las funciones del ingrediente (si es un emoliente, si un conservante, ajustador de PH, antioxidante, etc)

Por producto (introduciendo nosotras el INCI): Súper útil si el producto que buscas no está en la base de datos de la página. Tampoco hay que introducirlo con un formato concreto. Reconoce los ingredientes y los clasifica en la tabla que ya os he comentado.


Todo este rollo se resume asín:


  
Como veis es una página muy completa y muy informativa. Es interesante porque nos informa del riego potencial de que un ingrediente en concreto pueda generar acné o resultarnos irritante, así como de la “peligrosidad” de algunos conservantes. Los resultados que nos facilitan están extraídos de informes de la FDA (Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos), el CIR (Cosmetic Ingredient Review: un informe anual realizado por expertos que evalúa la seguridad de los los ingredientes cosméticos. Y el Registro de Efectos Tóxicos de Sustancias Químicas (RTECS)

También es cierto que esos “riesgos” dependen de diversos parámetros: nuestro tipo de piel, si tenemos alguna alergia, el tiempo que llevamos utilizando el producto, si lo usamos en combinación con otros, cómo lo aplicamos, etc. Lo que es una realidad es que, hoy en día,  los cosméticos se someten a un mogollón de test de seguridad y deberíamos poder fiarnos de todos. Por mi parte, he descubierto que los precios exorbitantes no aseguran un buen producto y que con cuatro perrillas ¡puede una comprar unos “potis” de lo más cuquis!


¡Hasta prontito!